Nuevo quebradero de cabeza para Rihanna con el tercer single de su disco, S&M. Después de que el videoclip haya sido censurado en 11 países por contener escenas calificadas como “subidas de tono” y de que incluso haya tenido que cambiar el nombre -S&M por Come on-, ahora se va a tener que enfrentar a una demanda judicial por plagio. Según publica El País, el fotógrado LaChapelle ha presentado esta demanda alegando que el video, dirigido por Melina Matsoukas a través de la productora Def JamUMG Recordings, copia la “composición, el concepto general, el tono, el espíritu, el tema, los colores, las estructuras, los palos, las decoraciones, el guardarropa y la iluminación” de algunas de sus imágenes.
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